El enfoque de género, desarrollado al amparo del feminismo, supone un factor de innovación y cambio educativo. Ya en el año 2000, Elena Simón sostenía que la coeducación tiene la virtualidad de actuar como motor de cambio porque debe cabalgar entre lo tradicional y lo moderno. Y decimos que es el feminismo quien inspira esta nueva manera de mirar, pensar y hacer la educación porque pretende hallar nuevas formas culturales, crear nuevos códigos y dibujar caminos para elaborar una cultura comprensiva e inclusiva (Subirats, 2006a). Por ello, la perspectiva de género implica cambios en la educación que afectan desde la organización escolar, los contenidos curriculares a las prácticas y recursos educativos o la formación del profesorado. Pero, como se verá a lo largo de este libro, estos cambios van más allá de la escuela si queremos realmente transformar la educación de las nuevas generaciones. Hoy, más que nunca, la educación está presente en las interacciones y relaciones que se establecen más allá de los muros de las instituciones formales.

Editoras: Estrella Ruíz-Pinto, Luisa Vega-Caro y Ángeles Rebollo-Catalán

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