El fenómeno de la desinformación constituye una realidad preocupante que se ha visto agravada en la era digital, debido al gran alcance de las redes sociales y otros medios digitales para difundir información de forma masiva en cuestión de segundos. Este fenómeno presenta graves consecuencias, ya que puede socavar la confianza en las instituciones y en los medios de comunicación, así como alterar los procesos políticos y electorales, influyendo en la opinión pública y en la toma de decisiones de las personas. Además, puede generar polarización y división en la sociedad, fomentando la propagación del odio y la intolerancia.

Ante este escenario, resulta fundamental la coordinación de esfuerzos de diferentes agentes e instituciones para impulsar de iniciativas encaminadas a frenar y mitigar los efectos de la desinformación. En este sentido, la propia investigación académica constituye un pilar esencial para comprender este fenómeno y desarrollar estrategias efectivas que permitan combatirlo.

Coords.: Alberto Dafonte Gómez y María Isabel Míguez González

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