Las industrias culturales están integradas en una constante estrategia mercantil y comunicativa de producción en cadena. A través de unas prácticas de inevitable serialización, que establece el mercado, se tratan los productos culturales a modo de manufactura simbólica, cuyo único objetivo es configurar la conciencia colectiva. Así, encontramos que nuestros gustos son objeto de explotación mercantil a través de las industrias culturales, se producen “en serie” imágenes y discursos con una variedad simulada, donde sólo cambian los contextos, los medios, los personajes, los formatos, etc. pero cuyo único enfoque está dirigido a fomentar un consumo acrítico. Esta aparente pluralidad oculta un poder hegemónico, de corte mercantilista, que mantiene y reproduce un mismo modelo cultural que excluye e inferioriza las diferencias.

A través del presente simposio se han identificado las prácticas comunicativas existentes en la Sociedad Digital. Se analizaron los nuevos discursos generados en las Redes Sociales Digitales y otros entornos de socialización y desarrollo de grupos sociales, como las comunidades de fans, los escenarios de formación, los espacios educativos, etc. Poniendo en común experiencias prácticas realizadas en entornos académicos formales y de educación informal para dar a conocer cómo se desarrollan las identidades digitales, se perpetúan estereotipos, se comparten valores, se naturalizan unas situaciones y se invisibilizan otras, de modo que se desnaturalicen las marcas que dicha desigualdad producen en la construcción de la cultura digital para que puedan ser investigadas.

Coordinadores: Carmen Cantillo Valero y Javier Gil Quintana


comunicaciónculturadigitalpodersociedad