Para comprender el éxito o el fracaso de una empresa ya no es suficiente analizar la gestión financiera o la evolución de su cartera de clientes. El nuevo sistema de influencias que ha propiciado el entorno digital afecta a las percepciones de valor, a los comportamientos de compra y a las relaciones de confianza entre los diversos agentes implicados. Y es la confianza que los ciudadanos depositan en ellas la base del valor de marca tanto en el caso de las empresas como de las instituciones.
Los usuarios de los medios sociales se han convertido también en comunicadores, en clara convergencia y en franca competencia con los comunicadores profesionales, por captar la atención y la confianza de la audiencia. En un mundo hiperconectado, en el que las personas crean y consumen información a gran velocidad, debemos considerar el cambio en las reglas competitivas. ¿Sigue siendo el capital financiero el principal recurso de empresas e instituciones? ¿Son, más bien, el talento y el saber hacer los intangibles que marcan la diferencia?

Coordinadores: Isabel Iniesta Alemán, Santiago Mayorga Escalada y María José Pérez Serrano

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